A ninguna empresa le gusta pensar que sus sistemas se van a caer. Al final del día, los datos son el elemento vital de una empresa y alimentan a la gran mayoría de las aplicaciones críticas del negocio. Un estudio realizado en 2018 por Vanson Bourne encontró que el 65% de las empresas encuestadas habían experimentado pérdida de datos e interrupción en los últimos 12 meses; le había costado a las empresas argentinas $16 mil millones solo en ese año.
¿Qué ocurriría con su negocio si se enfrentara a una interrupción prolongada, o a un desastre sobre su infraestructura primaria? Los sistemas pueden fallar y es probable tarde o temprano necesite poner en funcionamiento su plan de recuperación ante desastres (DR). Antes de encontrarse en una situacion asi, asegúrese de contar con un plan y que este ha sido puesto a prueba correctamente.
Un buen plan de DR debe incluir seis elementos clave:
Redundancia: gracias a que es posible virtualizar los servidores de la empresa, ya no resulta necesario tener hardware por duplicado (que no está siendo utilizado) para cada servidor. Utilizar esta tecnología le permite a los negocios implementar planes de redundancia a un costo mucho menor. Contaran con la posibilidad de mover y migrar servidores críticos, agrandarlos o agregarles capacidad, manteniendo así a la empresa trabajando en caso que la infraestructura primaria falle.
Continuidad del negocio: muchos proveedores de hosting ofrecen plataformas altamente escalables en las que las empresas de todos los tamaños pueden crear entornos de recuperación ante desastres. Si ocurre un desastre sobre la infraestructura principal, los sistemas críticos se pueden redirigir al entorno alojado en la nube y la empresa puede reanudar las operaciones lo más rápido posible.
Documentación: es importante documentar metódicamente el entorno de su infraestructura IT, incluidos los contactos técnicos y de soporte relacionados, y las configuraciones de servidores y aplicaciones. El desarrollo de objetivos de tiempo de recuperación (RTO) y objetivos de punto de recuperación (RPO) también es clave.
Priorización de funciones: la empresa deberá detallar el funcionamiento de cada sistema y el posible impacto en caso de que se interrumpa. Armar un mapa de las dependencias internas y los posibles proveedores externos a contactar también resulta buena idea.
Comunicaciones internas claras: los empleados deben saber qué hacer para reanudar las operaciones lo más rápido posible. Es igualmente importante comunicarse con proveedores y socios para garantizar que todas las partes tengan planes activos de recuperación ante desastres, y brindar apoyo mutuo.
Pruebas y optimización: lo más importante, cuando se trata de la continuidad del negocio, es probar los planes de recuperación en escenarios del mundo real y utilizar los conocimientos que surgen de estas pruebas para optimizar continuamente su plan de recuperación ante desastres.
Solicite una consultoría en Disaster Recovery sin cargo
Vea la diferencia que Abono IT puede hacer, póngase en contacto con nosotros y le ofreceremos una consultoría sobre su infraestructura IT sin cargo.